El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes, representando entre el 7% y el 10% de las consultas en urgencias. Aunque suele considerarse una lesión menor, en un 20% de los casos puede tener complicaciones a largo plazo, como dolor crónico o inestabilidad.
¿Qué es un esguince de tobillo?
Ocurre cuando uno o varios ligamentos del tobillo se estiran o se rompen debido a movimientos bruscos, como torcerse el pie al caminar o al practicar deportes. Los ligamentos más afectados suelen ser los laterales.
Síntomas y diagnóstico
Los principales signos incluyen dolor, hinchazón, hematomas y dificultad para apoyar el pie. En casos graves, puede haber un “crujido” en el momento de la lesión. Para confirmar la gravedad, se utilizan pruebas de imagen como radiografías, ecografías y resonancias magnéticas.
Tratamiento recomendado
El protocolo inicial “PEACE AND LOVE” es clave para reducir el daño. En casos más severos, puede ser necesaria la inmovilización con férulas o botas especiales durante 3 a 6 semanas. La rehabilitación posterior ayuda a recuperar la movilidad y prevenir recaídas mediante ejercicios de fortalecimiento y propiocepción.
Complicaciones comunes
• Dolor crónico: Puede deberse a un mal tratamiento inicial o a lesiones no detectadas.
• Inestabilidad: Sensación de “fallo” en el tobillo, que puede corregirse con rehabilitación o, en casos extremos, cirugía.
Prevención de futuros esguinces
Usar calzado adecuado, fortalecer los músculos del pie y tobillo, y realizar ejercicios de equilibrio son medidas efectivas para reducir el riesgo de esguinces, especialmente en deportistas.
Referencias bibliográficas:
1. Toullec, E. (2017). Esguince de Tobillo en el Adulto. [Artículo]. EMC.
Si tienes dudas o te gustaría agendar una cita de fisioterapia, no dudes en contactarme.
MGH. Dan Herrera López
Fisioterapeuta en Traumatología y Deporte
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